A LOS NIÑOS ESPECIALES

Para Dios son Elegidos
para nosotros también,
en su alma para ellos,
no existe la maldad.

Tienen una sonrisa tierna,
alegría al despertar,
sus deseos son nobles
y con ganas de trabajar.

Trabajando en equipo,
trabajando sin parar,
también para sus padres


 
mi humilde poema llevará
Mis deseos de cariño
que con sacrificio
los enseñan a luchar,
con mis mejores deseos
para ellos también va.

 Tener el síndrome da Down
no es cosa para rechazar
un niño que llegar al mundo
y entre todo lo tenemos  que
ayudar y amar. 

 © Julia. Luengo.
Marzo del 2000