:: PÉTALOS DE ROSA ::
Del camino a la
vera, había una rosa,
que al despuntar la aurora, en la mañana,
su color irradiaba, muy lozana,
cubierta de rocío, y candorosa.
Mecida
por la brisa, tan graciosa
bajo el naciente sol, linda y ufana,
su perfume esparcía , generosa.
Luego
al abrir los pétalos, brillante,
su polen ofrecía cautivante...
mas, al depredador, por pretender
fingiendo picaflor, la miel libar,
aguda la espina le habría de clavar,
y con ella su néctar proteger.
!Poetas,
espejos de poesías!
sois como una flor, hermosa y bella,
y cual resplandeciente luz de estrella,
también tornan las noches en claro día.
Vosotros
regaláis gracia y alegría,
al cimbrar vuestra pluma como ella,
y a cambio de vuestras letras. Dulces bellas,
sin querer, como la flor plena ansiáis.
Por
eso, hemos de imitarla , como al niño
exigiendo recíproco cariño,
al modo de la rosa picaflor:
podrá vuestro corazón amigos
siempre disfrazados de cupidos
sentir el divino aroma de la flor
y sentir el amor divino del pétalo
de la rosa en todo su esplendor.
©
Julia. Luengo. M.
:: LA ROSA Y EL POETA ::
Por
el camino a la vera
una rosa sorprendida,
inspiración y luz era,
a un trovador de la vida.
Inhalando su fragancia,
contemplaba su armonía,
y de su pluma brotaban
bellas y hermosa poesías.
Cada pétalo: era un verso,
cada verso: una sonrisa;
sus espinas los dolores
que el corazón le partían.
La rosa roja, era sangre,
de la pasión más sentida.
La amarilla, la tibieza,
de lo que pasa y se olvida.
La color té, su esperanza,
que nunca viera cumplida
y la blanca, la pureza,
del amor que dio en la vida.
Y pasa así la existencia
de la rosa y del poeta,
la una, aroma fragancias,
el otro, siembra sus rimas.
Ambos se visten
de espinas
sangrando dentro la herida.
©
Audroc
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